Tras oír la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco contraria a las pretensiones de Pasaia, Altzako Historia Mintegia se reafirma en todo lo que dijo en la declaración de 2005 y pide, al mismo tiempo, a los ayuntamientos de Pasaia y San Sebastián que respeten de una vez a los altzatarras y el derecho que tienen, tanto individuales como comunitarios, a disponer y decidir sobre su patrimonio.
Pasaia y San Sebastián han pleiteado por repartirse Altza, pasando una vez más por encima de los derechos de los altzatarras. Estos derechos fueron usurpados por San Sebastián valiéndose de la victoria franquista y ahora Pasaia, por su lado, ha pretendido pasar por encima de los altzatarras para solucionar sus problemas económicos, valiéndose de falsos argumentos arrancados del despotismo ilustrado.
En AHM pensamos que los altzatarras no somos periferia de ningún marco incomparable ni estamos para tapar el agujeros financiero de nadie. Y como no tenemos el poder económico de que hacen gala San Sebastián y Pasaia para defender nuestros derechos en los tribunales ni para pagar a los medios de comunicación que “crean opinión” entre la ciudadanía, nos queda al menos la palabra y hacemos uso de ella para pedir una vez más respeto para Altza y los altzatarras.
Pasaia y San Sebastián han pleiteado por repartirse Altza, pasando una vez más por encima de los derechos de los altzatarras. Estos derechos fueron usurpados por San Sebastián valiéndose de la victoria franquista y ahora Pasaia, por su lado, ha pretendido pasar por encima de los altzatarras para solucionar sus problemas económicos, valiéndose de falsos argumentos arrancados del despotismo ilustrado.
En AHM pensamos que los altzatarras no somos periferia de ningún marco incomparable ni estamos para tapar el agujeros financiero de nadie. Y como no tenemos el poder económico de que hacen gala San Sebastián y Pasaia para defender nuestros derechos en los tribunales ni para pagar a los medios de comunicación que “crean opinión” entre la ciudadanía, nos queda al menos la palabra y hacemos uso de ella para pedir una vez más respeto para Altza y los altzatarras.